Si para un hombre cualquiera,la vida está llena de obstáculos y contrariedades, qué decir, para un centauro como yo. ¿Qué soy al final?¿Hombre o caballo?¿Una burla de los dioses? Con mi amigo Omega hemos decidido huir del Olimpo, visitar esta tierra de los mortales, confundirnos con los animales, las plantas y la gente. En la ciudad es imposible. Todos se ríen de nosotros. Los momentos más tristes llegan en primavera con la excitación de la sangre. Somos todavía muy jóvenes, casi adolescentes. En este instante, por ejemplo, en esta llanura que nos insulta con tanta belleza nueva hemos descubierto dos yeguas pastando y ahí nomás, en una breve laguna, dos muchachas se bañan alegres y desnudas. Nuestros ojos van de un lado al otro. La primavera nos acosa.
-¿Y ahora qué hacemos?- me pregunta Omega.
-No nos podemos pasar la vida dudando- le respondo- habrá que tomar una decisión.
-Claro que sí- dice Omega. Y arremetemos.
O.V.B.
5 comentarios:
Intente poner un comentario a padido de un escritor que no pudo entrar para dejar su comentario. Si podes leer esto "M.C." quedate tranquilo ya pude dejar un comentario. La verdad el cuento ni lo lei..
Tu cuento me pareció muy humano. Si somos animales superiores por ser "racionales", nunca perdemos el instinto para tomar decisiones como en las situaciones que el autor plantea.
Muy bueno.
Marcelo C.
Orlando:
Café de por medio en casa, con Marcelo C. estamos disfrutando de tu Blog. Me gusto este, personalmente porque se haya exento de la pacateria tan común en estos tiempos !Y de la que tanto me cuesta escapar!
Pablo C.
Me parecio que le falta final al cuento. No quedo claro si fueron a pastar o a empastar. Pero eso recrea la imaginacion del lector y es productivo. Para mi fue CACHANGA!
Los centauros deberian haber estado en el olimpo, ya que ahi se podian relacionar con mas de su especie. Para las yeguas les sobraba hombre y para las chicas les sobraba caballos. Y me tengo que ir a comer por eso no sigo.
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