lunes, 17 de agosto de 2009

Machista

-¿Sabías que el caballo blanco de San Martín era en realidad una yegua?-preguntó ella.
-No- contestó él.
-¿Y que el caballo de Troya también era una yegua?
-Tampoco lo sabía.
-¿Y que el caballo de bastos es, desde luego, otra yegua?
-No me lo imaginaba.
-¿Te das cuenta?- dijo ella, indignada- ¡Qué cultura machista tenemos!
-Cierto- dijo él y siguió lavando los platos.

O.V.B.

3 comentarios:

Eduardo Espósito dijo...

Excelente mi querido amigo! Sabés que no manejo bien estos aparatos, pero quería que supieras cuánto me hizo acordar esta microficción, de Esther Vilar y su "Varón domado".
Una joyita, por ser un elogio de la brevedad, y porque debería hacernos reflexionar en la gran pregunta con la que no pudo Sigmund Freud: Qué diablos quieren las mujeres!

Kakashi dijo...

La minificción más famosa es ese, la de los dinosaurios, uh, ya me olvidé.

Vanesa Salazar dijo...

jejejeje! buenísimo, Orlando!
Una delicia... decir más me quitaría el placer que el cuento regala.