Fausto Salinas, como el Fausto eterno, decidió pactar con el diablo.
-Te entrego mi alma- propuso- a cambio de que todas las mujeres quieran tenerme en sus brazos.
-¿Eso es todo?- preguntó Lucifer.
-Eso es todo- confirmó Fausto Salinas, antes, poco antes de que el Rey de las Tinieblas lo convirtiera en un bebé, un bellísimo bebé de sonrisa irresistible.
O.V.B.
4 comentarios:
Muy bueno!!!
No dudo, nada en esta vida es gratuito. En todo se pasa la debida factura
Marcelo
Muy buena y original.
JAAA!! Humor negro pero de salón. Muy a lo Saki, no sólo este textito, sino en varios de los que leí.
Me arrancó una sonrisa torcida, que no es poco xD.
Fausto enseña que no es bueno entregarse al demonio.
Nunca satisfacerá nuestras expectativas x el contrario, nos podrá condenar.
Igualmente, sostengo que el relato tiene un matiz machista.
Podría haber sido mujer el personaje de esta historia o haber usado otro ejemplo para su enseñanza.
Analía
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