lunes, 17 de agosto de 2009

El viaje

a Belén

Ahora no tengo salida. Voy a iniciar otro viaje. Mi jeringa está lista. Antes, me acurruco y miro. La tarde tiene la coloración de los días cambiados, ésos en los que uno no se encuentra con uno ni con el mundo. Me rodea la gente, tanta gente anónima y encapsulada en su propia soledad, en su lluvia hacia adentro.
Voy a iniciar otro viaje. Antes, escucho la risa redonda y perfecta de una chica que nombra con atenuado reproche al novio que la salpica con agua de mar. Miro a una madre que llama con inusitada dulzura a su hijo que juega en la arena. Pienso: si una vez, si una sola vez alguien hubiera llamado así a mi corazón, ahora tendría una salida o nunca hubiera emprendido un viaje.

O.V.B.

Machista

-¿Sabías que el caballo blanco de San Martín era en realidad una yegua?-preguntó ella.
-No- contestó él.
-¿Y que el caballo de Troya también era una yegua?
-Tampoco lo sabía.
-¿Y que el caballo de bastos es, desde luego, otra yegua?
-No me lo imaginaba.
-¿Te das cuenta?- dijo ella, indignada- ¡Qué cultura machista tenemos!
-Cierto- dijo él y siguió lavando los platos.

O.V.B.