Se ha despertado transpirada y temblando y por unos minutos le cuesta entender que está de este lado del sueño, que ha sido sólo una pesadilla. Algo abominable la perseguía por túneles oscuros y húmedos, tratando de engullirla con sus enorme fauces malolientes, hasta que pudo llegar hasta una puerta y, al cruzarla, despertó. Más calmada, se dispone a dormir nuevamente. Pero antes de apagar la luz, sólo para reconfirmar que ha sido un sueño, se mira el brazo y entonces ve la huella, nítida y profunda, de los enormes dientes de ese ser que la está esperando, del otro lado, hambriento.
Con la última cucharada de azúcar, que no han podido colmar ni raspando el fondo de la azucarera, se miran y comprenden que este intento ha fracasado. Con un beso en la frente y un té de veneno ponen a sus hijos a dormir y se van lejos, a fundar una nueva familia.
2 comentarios:
Hola, Patricia. Me gustaría reproducir estas dos minificciones en mi blog internacional Químicamente impuro, citando la fuente, por supuesto, es decir, poniendo un enlace a Colgado de los tobillos. Gracias.
Sergio Gaut vel Hartman
"y se fueron a fundar una nueva vida..."
!magnífico!
Un beso.
Mónica
Publicar un comentario