domingo, 19 de abril de 2009

Pedido

-No mirés nunca debajo de mi cama- le pidió la viuda a su nueva pareja.
-¿Por qué, mi amor?- le preguntó él.
-Porque ahí descansan las almas de mis siete maridos anteriores- contestó ella.
Al octavo no lo mató la curiosidad, lo mató el insomnio.

O.V.B.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bueno!!!
Esto me recuerda la frase que mi viejo siempre decía y aún dice:

-Nunca pongas la mano donde la puso el muerto
Marcelo

Unknown dijo...

ME encanta la manera de escribir, tiene una forma simple, pero original, que en cierta forma raya lo gracioso; ocurrente y muy inteligente

July dijo...

Espectacular!!! Hasta donde llega la ambición de una mujer? Y cuan ciego puede ser un hombre...