-Para ser un verdadero soberano se requiere de una gran fortaleza física y moral-dijo el viejo rey.
-Claro que sí- celebró su consejero.
-En mi caso- recordó el anciano- me han servido diez platos envenenados y aquí me veis, como si nada.
El consejero empalideció de asombro.
-Eso es imposible, Su Majestad. El cocinero prueba, antes de servir, cada plato.
-Desde luego- confirmó el rey- He perdido diez cocineros y ya veis: mi fortaleza sigue intacta.
O.V.B.
1 comentario:
Felicitaciones por la gran idea del blog! Como soy tu amiga siento que es mi espacio también y hoy voy a publicar un poema revertido:
FELIZ CUMPLE COMPADRE.
Que en este día los lapachos broten flores de sueño y
que flotes a dos mil metros sobre el nivel del mal. Como siempre.
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